domingo, 29 de marzo de 2009

Epistemología: Marco conceptual y caracterización dialéctica

El análisis de la epistemología como base de la reflexión académica y científica es de interés, ya que permite descubrir la evolución del pensamiento crítico del hombre en relación a la ciencia. Desde esta visión, la epistemología permite al investigador contrastar posturas, estructurar sus ideas, fijar las bases de su actividad científica de acuerdo a la interpretación de una realidad soportada en la teoría que se ha ido generando a lo largo de la historia de la humanidad siendo aditiva en torno al conocimiento, lo cual le permite una mayor comprensión del problema de estudio.

Es importante mencionar que la epistemología es definida por múltiples autores y culturas; así, Damiani (2005) la define como una disciplina que busca analizar, evaluar y reflexionar sobre la naturaleza de la ciencia, los problemas del proceso de producción de conocimiento, la diversidad, orígenes, objetivos y limitaciones del conocimiento científico, siendo en este sentido diferente de la gnoseología, cuyo objeto de estudio es el conocimiento general. Por esta razón, la epistemología se conoce también como filosofía de la ciencia, pues su objeto de análisis es la misma ciencia, desde las perspectivas metodológica, lógica y semántica. Esto lo confirma Bunge (1998) cuando señala que “la epistemología es la rama de la filosofía que estudia la investigación científica y su producto, el conocimiento científico” (p.21)

En relación con la evolución de la epistemología, se puede afirmar que el término se menciona desde el siglo XIX, y fue usado por primera vez por Ferrier , citado por Damiani (2005) en el sentido de teoría del conocimiento, y su acepción como filosofía de la ciencia fue empleada por Comte en 1830, lo cual muestra su raíz positivista, ya que el término según Barrera (2005) está asociado con episteme, que “indica firmeza y estabilidad” (p.9) y con temes que señala como “lugar sagrado donde se construye” (p.9), por lo tanto, concluye el citado autor “en la evolución semántica, episteme se interpreta como conocimiento sólido, duro, verdadero” (p.9), siendo asociada la epistemología a las ciencias duras, que eran las que en un cierto momento se consideraban como científicas, para diferenciar de las conocidas como especulativas.

La Epistemología como parte de la filosofía ha recibido diferente definiciones a lo largo del tiempo, tales denominaciones han sido: noética, criteriología, lógica mayor, crítica del conocimiento, teoría del conocimiento, de la ciencia, gnoseología, fenomenología o epistemología, todas ellas dirigidas a describir la epistemología como el estudio del conocimiento

En la modernidad, con el auge del positivismo lógico a través del Circulo de Viena y el Tractatus Lógico, el objetivo básico de la epistemología era el establecimiento de normas de cientificidad o validez general que sirvieran de fundamento para construir teorías científicas; posteriormente, con la crisis del paradigma positivista lógico, el objetivo de la epistemología es explicar la conformación teórica y metodológica de las diferentes disciplinas científicas, en base a modelos metateóricos; es decir, representaciones conceptuales del conocimiento.

En este sentido Ríos (2004) esquematiza aspectos relacionados con los aportes al conocimiento de múltiples autores que contribuyen a darle consistencia a una determinada corriente epistemológica; y a la vez describe algunas tendencias que fueron marcando el origen del conocimiento, de manera que se pueda reflexionar sobre las diferentes maneras de hacer ciencia y apreciar el conocimiento.

En los siglos VII y VI antes de Cristo se desarrolla una de las corrientes epistemológicas más antiguas, el Dogmatismo, que para Hessen, citado por Ríos (2004), “da por supuestas la posibilidad y la realización del contacto entre el sujeto y el objeto” (p.99). Sus ejes orientadores son el realismo ingenuo, donde se posibilita el conocimiento de las cosas en su ser verdadero, confianza absoluta, completa sumisión.

En esta evolución del conocimiento, aparece el Escepticismo en la época helenística; el cual es caracterizado por la “desconfianza de la capacidad del hombre para alcanzar la verdad” González, citado por Ríos (2004, p.100). No hay saber firme, por lo tanto existe la negativa a adherirse a una opinión determinada. Desde esta perspectiva es imposible el conocimiento absoluto ni la realidad plena.

Otra de las posturas que se encuentran al revisar la historia de la epistemología es el Subjetivismo-Relativismo. Sobre esta corriente, Ríos (2004) indica que su fundamento es que “no hay ninguna verdad universalmente válida” (p.105), de modo que la verdad absoluta no existe, ya que el conocimiento es relativo, dependiendo de factores externos que residen en el sujeto. Los exponentes más representativos fueron los sofistas, en especial Protágoras y San Agustín, así como la escuela de Marburgo y Oswald Spengler.

Desde la perspectiva del Criticismo, cuyo principal exponente es Kant, se afirma que es posible el conocimiento para el hombre, aceptando que se puede llegar a poseer la verdad, a tener conocimientos que dan certeza; pero se hace indispensable justificar racionalmente la forma cómo se llega a ese conocimiento. Es propio de este método efectuar una revisión sistemática y meticulosa de cualquier obra, idea o principio antes de ser aceptado o reconocido como aspecto de un conocimiento cualquiera.

Según Barrera (2005), el Pragmatismo alude a la postura epistémica soportada sobre la noción de que el valor del conocimiento radica en la actividad práctica y que es dicha actividad lo que permite conocer y a su vez sustentar lo conocido, integrando a este propósito, la capacidad explicativa racional. Sus principales exponentes son William James, Friedrich Nietzsche, Hans Vaihinger, George Simmel, entre otros.

En este sentido, es importante mencionar que dichas corrientes del pensamiento surgen direccionadas a través de modelos epistémicos derivados, al conocimiento, los cuales se fundamentan con los aportes de diversos representantes.

Según González citado por Ríos (2004), el Racionalismo es la tendencia a confiar en los procedimientos de la razón, siendo una postura contraria al empirismo. Desde el análisis epistemológico, esta postura señala que el verdadero conocimiento es lógicamente necesario e universalmente válido, por tanto explica el origen del conocimiento a partir de la razón. Su máximo representante fue Descartes, sin embargo otros exponentes fueron Parménides, Platón, San Agustín entre otros.

En forma contraria a la tendencia anterior se encuentra el Empirismo, que según Hessen citado por Ríos (2004) “es un método basado en las observaciones, la experimentación e inducción” (p.119), es decir, este método considera vital la experiencia como única fuente del conocimiento, en consecuencia los representantes de esta corriente epistemológica señalan varias tendencias, como el papel de las sensaciones, la relación de objetos ideales con la experiencia, el análisis de las experiencias sensibles bajo la luz de un marco conceptual. Sus principales representantes son Jhon Locke, David Hume entre otros.

Por otra parte, el Intelectualismo es entendido por Ferrater citado por Ríos (2004), como una actitud frente al origen y validez del conocimiento de la realidad y juicios de valor; éste supone una continua búsqueda entre la función de los sentidos y de la razón, argumentando que los sentidos suministran el material que luego es pensado y elaborado por la razón.

En referencia al Apriorismo como corriente, se presenta al conocimiento como una síntesis entre los datos aportados por la experiencia y las estructuras a priori del sujeto, las cuales no dependen de la experiencia sino de la razón. Uno de los planteamientos de Kant, citado por Ríos (2004), como máximo representante es el establecimiento de una conexión causal mediante la forma intelectual de causalidad (Relación: Causa-Efecto).

Es esencial para soporte del conocimiento derivado, conocer los siguientes aspectos del conocimiento originario, que según Ríos (2004) viene dado según ejes esenciales como el objetivismo, el realismo, el idealismo y el materialismo, entre otros.

En primer lugar, el Objetivismo aparece como una posición filosófica contraria al subjetivismo, que concede validez universal a normas valores y conceptos. Su máximo representante es Platón quien señala que el objeto determina al sujeto, siendo las ideas-objetos entes independientes.

Mientras tanto, en el Realismo se toman los hechos sin interpretaciones que puedan deformar su realidad, sin procurar violentarlos por los deseos del investigador. La conciencia es conciencia del ser o de la realidad. Sus máximos representantes son Platón, Aristóteles, Santo Tomás, Dilthey, entre otros.

La postura contraria al realismo es el Idealismo que según Barrera (2005), corresponde a aquella postura epistémica que da primacía a las ideas en la percepción de la realidad y en la generación del conocimiento. Desde esta perspectiva, la actuación del hombre queda orientada por los ideales.
Desde la opinión de Barrera (2005), se presenta al Materialismo como modelo epistémico que fundamenta la actividad de generación de conocimiento en estrecha dependencia con lo material, es decir la materia viene a ser fuente de conocimiento. Muchos de los procesos físicos, energéticos, de producción, entre otros, han sido comprendidos desde estos modelos.

En conclusión, para cualquier persona que recorra el camino de la investigación o búsqueda de conocimientos es indispensable sentar las bases epistemológicas de cada uno de estos modelos, conociendo sus características conceptuales, a partir de los cuales es posible fijar una posición particular, identificándose con uno o varios puntos de vista de los múltiples autores que a lo largo de la historia han contribuido con el desarrollo de la actividad científica; y descubriendo en sus pensamientos que existen diferentes comprensiones intelectuales, a partir de las cuales, una vez analizadas, es posible entender mejor el conocimiento y tener una mayor coherencia en el desarrollo de la investigación.

Autores: Gadea, Z; Gómez, J; Marín, A (2008). Doctorado en Innovaciones Educativas UNEFA


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS


BARRERA, Fidel. (2005). Modelos Epistémicos en educación y en investigación.
SYPAL. 3ª Edición. Caracas.

BUNGE, M. (1998). Epistemología. [En línea]. Disponible en:
http://books.google.co.ve/books?id=Jti4fudh_cwC&printsec=frontcover&source=gbs_summary_r&cad=0#PPA21,M1: Consultado: 12/10/2008.

DAMIANI, Luis. (2005). Epistemología y ciencia en la modernidad. FACES. UCV.
Caracas. P.p 27- 30.

RÍOS, Jesús. (2004). Epistemología. Fundamentos Generales. Universidad Santo
Tomás. Bogotá. P.p 99- 141

3 comentarios:

  1. muy buen trabajo sobre todo bien documentado

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  2. muy interesante como se hace la explicacion contentiva en el documento.

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  3. muy interesante como se hace la explicacion contentiva en el documento.

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